Karma y Reencarnación - ¿Cómo afecta el Karma a la Reencarnación?
El Karma y la reencarnación son mellizos siameses.
Todas las religiones creen en algún tipo de karma, una causa y efecto moral, o recompensa y retribución, por las buenas y malas obras. Pero, ¿cómo funciona y que hay detrás de él?
Karma significa acto o hecho, proviene del Sanscrito, el antiguo idioma ario de las escrituras hindúes y fuente (o lengua hermana) de mucha de la terminología budista. En Asia, donde la idea ha sido refinada por más de 2.000 años de práctica hindú y budista, el karma se entiende como una fuerza impersonal. Piense en ello como la gravedad moral. Pareciera que la esquivamos por un tiempo, como cuando viajamos en un avión, pero aún así nos jala constantemente hacia la tierra. Dejar la tierra sólo permite que otros cuerpos celestes actúen más fuertemente sobre nosotros. No es posible evitar la gravedad, y no hay forma de escapar el karma hindú y budista.
El karma puede fomentar solaz, especialmente entre los pobres, como una justicia cósmica que asegurará el castigo de sus opresores. En la práctica, sin embargo, la idea del karma ha sido destructiva a menudo para individuos, para la sociedad, y hasta para las economías nacionales. ¿Por qué? Porque sus dictámenes son secretos. Sólo vemos los resultados. El occidente imagina que el karma interviene en la vida, regresando mal por mal y bien por bien. Como María se felicita a sí misma en la película The Sound of Music diciendo: "Nada viene por nada. Nunca ha sido así. Entonces, en algún momento de mi juventud o niñez, debería haber hecho algo bueno."
Pero en el Este, donde la palabra nació y la idea se ha creído por milenios, el karma promulga sus juicios entre reencarnaciones. Oculta sus decretos imparciales al término de un ciclo, en algún momento entre una vida y la siguiente. La familia de una persona, su estatus, sexo, salud, inteligencia, sociedad, y nacionalidad -- el estatus de uno y los prospectos en la vida -- se cree que han sido determinados por el karma antes de nacer. Todo lo que vemos es el resultado, y aun su significado es oscuro.
Bajo el karma, uno puede estar seguro que: "Yo soy el resultado de lo que hice." ¿Pero, qué hizo usted en su vida pasada? Fuera de afirmaciones fantasiosas, nadie lo sabe. ¿Fue bueno? ¿Más o menos? ¿Malo? ¿Cuán malo? Nadie lo sabe. ¿Cómo lo corrige usted? No puede. Usted sólo puede aceptar su destino...
Karma y Reencarnación - La Danza de los Mellizos
La mayoría de los asiáticos del sur creen que la casta superior es una señal de buen karma. Inversamente, una casta inferior es una señal de mal karma. La idea es simple. Las implicaciones son profundas.
El creer en la reencarnación tiende a promover orgullo en los nacidos superiormente, pero pasividad, insuficiencia, o rabia en los nacidos inferiormente. A menudo genera negligencia y hasta el maltrato de los no privilegiados. El mal karma de la gente los hace nacer en las miserias de un estatus inferior. Interferir con lo que les ha tocado en la vida es, por lo tanto, violar un principio básico del universo.
De esta manera, la reencarnación sirve como la piedra angular de la rigidez e inmovilidad social, oponiéndose a los principios fundamentales sobre los que ha sido fundada la democracia occidental: "Nosotros consideramos estas verdades como manifiestas, que todos los hombres han sido creados iguales, que han sido equipados por su Creador con ciertos derechos inalienables, que entre esos derechos están el derecho a la vida, a la libertad, y a la búsqueda de la felicidad" (segunda oración de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos).
La creencia en la reencarnación y en su siamés, el karma, atrofian el potencial humano, dañando a individuos, comunidades, y a los países de su nacimiento. De los relativamente pocos occidentales que se mudan a Asia del Sur, muchos representan ricas organizaciones y países prósperos. Otros buscan significado en la religión oriental. Para aprender lo que deben, estos últimos sólo necesitan mirar las desigualdades de la sociedad a su alrededor. Grandes cantidades de surasiáticos que se mudan al oeste, lo hacen felizmente en pos de una vida mejor. Esta oportunidad puede agradecérsela a la herencia judío-cristiana, expresada en la idea de que todos los hombres son iguales a los ojos de Dios.
(Por supuesto el Oeste, como el resto del mundo, construye sus propias estructuras de castas -- a menudo financieras. Pero las castas monetarias son notoriamente fluidas, y las creencias religiosas que las promocionan son justamente condenadas.)
Adicionalmente, la reencarnación y el karma abarcan el mundo biológico entero, de manera que no existe ninguna distinción inherente entre los humanos, por una parte, y los animales y hasta las plantas, por otra.
Suponga que usted nació en una familia de casta inferior de Asia del Sur. Usted es uno de las decenas de millones restringidos por el destino y la sociedad. Usted podría preguntarse por qué, y naturalmente podría creer que la causa es las malas obras -- ya sea por maldad verdadera, o simplemente por un corazón sin religión -- de su vida pasada. De hecho, debería considerar la posibilidad de que haya avanzado de un nivel más bajo. Tal vez, anteriormente, haya sido un sapo, un cuervo, o un perro, y debería darle las gracias a su karma por la promoción. De ser así, con más razón debe ejecutar su dharma (sanscrito de obligación) para ascender la próxima vez.
Cualquiera haya sido su existencia previa, una sociedad construida sobre el karma le quiere contento. El cinismo puede fruncir el ceño y decir: "Los grandes necesitan de su humilde servicio." Pero cuando esté sobrecargado con el peso y la amargura de su vida, usted podrá preguntarse ciertamente si a la mayoría de los animales les va mejor que a usted. El karma no ofrece ninguna respuesta satisfactoria al hecho de que un sapo ignorante, comedor de moscas, pueda ser más feliz que un tímido humano, que se pasa la vida entera barriendo basura llena de criaderos de moscas en las calles de Asia del Sur.
Karma y Reencarnación - ¿Cuál es su trayectoria?
Cuando usted cree en el karma y la reencarnación, usted nunca en realidad sabe qué pensar. Si usted pertenece a una casta superior, será tentado por el orgullo. Pero es bastante posible que en realidad haya sido degradado de una posición aún más alta. Tal vez usted fue un rey injusto o un codicioso sacerdote Brahmin. De ser así, deberá ser humilde y mostrar piedad hacia los pobres, en lugar de desprecio. De otra forma, podría ser degradado aún más, hasta más abajo de aquellos que en la actualidad se encuentran por debajo de usted.
Trayectoria, no posición, es lo que importa. Pero, ¿cómo conoce usted su trayectoria si no recibe un reporte del karma? Al menos una persona encarcelada justamente por una corte humana sabe lo malo que hizo, y por qué está siendo castigado.
Regresando al sapo. ¿Qué hace a un sapo bueno? ¿Uno que coma montones de moscas, y por ello les reduzca enfermedades y sufrimientos a los humanos? ¿O es malo comer moscas? Después de todo, las moscas también están vivas. O considere un caracol. ¿Cómo escala la cadena de la existencia? ¿Lo hace automáticamente? Un caracol no puede ser malvado, ¿o sí? ¿Qué hay de un lobo que mata para alimentar a sus cachorros? ¿Le convierte esto en un lobo malo, o bueno? Un lobo consciente del karma moriría de hambre en su hábitat. ¿Es esa su manera de avanzar? ¿O están en libertad de gruñirle a la moralidad budista en lugar de a la lobuna?
¿Qué hay de la situación de las mujeres? No muy buena. Una mujer de cualquier casta hindú es invariablemente inferior que los varones de su familia. El budismo, aunque formalmente rechaza el sistema de castas hindú, creó el suyo propio. Los varones están por encima de las hembras. Los monjes están por encima de los no-monjes y aun de las monjas. ¿Qué maldad cometieron las monjas para hundirse en su estado? Nadie lo sabe. O, de hecho, ¿ascendieron ellas de una forma inferior de varón?
De nuevo, nunca lo sabremos.
Los budistas occidentales a menudo afirman que la reencarnación proporciona tiempo para mejorar a través de las buenas acciones. Pero lo opuesto también es cierto. Reencarnaciones múltiples no han mejorado a gobernantes asesinos. Aunque se les concedió el poder del buen karma, lo envilecieron. Malos líderes, grandes y pequeños, hacen lo mismo todo el tiempo. ¿Es la moralidad moderna realmente un mejoramiento del pasado? ¿Cómo han avanzado terribles criminales desde sus vidas anteriores? ¿Dónde está el solaz de aquellos a quien ellos han hecho daño?
¿Y qué hay del libre albedrío humano? Suponga que alguien no desea más hacer el bien. ¿Por qué los aparentemente privilegiados kármicos, tan frecuentemente desafían, a través de la depravación y del crimen, todas sus promociones anteriores? ¿Qué los induce a malgastar el estatus tan difícil de obtener?
La reencarnación y el karma crean tantos problemas. De acuerdo con las enseñanzas hindúes y budistas, el karma puede ser la fuerza más elemental de todas, antecediendo -- para aquellos que creen en ellos -- hasta a los dioses. Aunque es una fuerza, el karma es mucho más. La gravedad no recuerda, el karma sí lo hace. Sobrepasando a la mejor de todas las súper-computadoras, el karma ve, clasifica, y lleva cuenta de todas las acciones y reacciones de todas las formas vivientes por toda la historia. Puede estimarse que el número de sus asientos excede por mucho al número de partículas del universo. Pero el karma no sólo mantiene una multitud de registros. También ejecuta justicia, entregando sus prisioneros al alguacil de la reencarnación.
El Karma hasta se cuela dentro de nuestras cabezas. Sabe cuando somos sinceramente buenos, o simplemente hipócritas. Juzga las intenciones. Despreciar a los pobres, pero dar dinero buscando reconocimientos, se diferencia mucho de la preocupación y del amor verdadero. Así que la computadora del karma ve y clasifica los motivos.
El karma, cuando esté plenamente reconocido, se erige sobre nosotros como un dios todopoderoso pero unilateral. Irónicamente, a muchos occidentales les gusta el pensamiento oriental como una alternativa a Dios. No les gusta la intromisión divina en sus vidas. Lo que obtienen es un dios kármico de justicia solamente -- uno que no da lugar a la misericordia, sin ninguna habilidad de amar, sin tiempo para bondad, ni lugar para la intimidad. Karma -- el universal ojo por ojo, la extracción indetenible de diente por diente.
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